

El espaciado es, a mi juicio, uno de los aspectos clave a la hora de resolver ciertas funciones técnicas del diseño, así como el buen aspecto visual en la configuración sus elementos, ya sea en la diagramación como en la producción de piezas gráficas.
Es uno de los criterios esenciales en el diseño de fuentes tipográficas (que debería aplicarse de igual modo a la caligrafía y el lettering), pues además de hacer productos gráficos finales más atractivos, facilita que se lean mejor (incrementa el grado de legibilidad)

consumo de la información (o a la lectura) que desplegamos a través de nuestros mensajes o elementos gráfico-visuales, ya sea en un afiche o en una página web.
A pesar del desafío que representa, a la hora de diseñar, que seamos conscientes de lo que no vemos, ya que nos enfocamos en la forma visible y mucho menos o casi nada en lo no visible (la contraforma), si logramos controlar esa invisibilidad lograremos mejorar considerablemente la calidad de nuestros resultados.